Recientemente ha saltado a la prensa la noticia de un brote epidémico de enfermedad respiratoria aguda causado por un nuevo coronavirus declarado en Wuhan (China). A día de hoy se han registrado cientos de casos, incluyendo algunos importados en varios países. En el momento actual, la OMS no ha declarado la situación de emergencia internacional pero ha hecho recomendaciones para evitar una posible internacionalización del brote y en todo caso va a ir actualizando la información regularmente, a lo que habrá que estar atentos.
Las primeras investigaciones epidemiológicas han mostrado que el origen del brote está ligado a un mercado de mariscos y animales silvestres, por lo que se supone que la fuente más probable debe ser algún animal aún por determinar de entre los que allí se vendían, ya que las enfermedades emergentes suelen tener su origen en agentes infecciosos propios de animales, que logran adaptarse con éxito a los seres humanos adquiriendo capacidad para transmitirse de persona a persona. Además, existe el precedente del brote de síndrome respiratorio severo agudo (SARS por sus siglas en inglés), declarado en 2003 también en China en circunstancias similares y que fue causado por un coronavirus muy parecido al actual, causando más de 8.000 casos y casi 800 muertes en varios países. En este caso, las civetas parecieron ser la fuente animal del brote, ya que pudo detectarse el virus en muestras de estos animales procedentes del mercado donde se originó. En el año 2012 se declaró en Arabia Saudita otro brote de lo que se vino posteriormente a denominar síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS por sus siglas en inglés), que resultó ser causado por otro coronavirus transmitido por el dromedario. A fecha de hoy ya se han declarado 2.494 casos y 854 fallecimientos, la gran mayoría en países del Golfo Pérsico, aunque también se han declarado casos importados en otros países.
Tras constatar que la civeta pudo ser fuente de transmisión pero no era el huésped natural del virus del SARS se comenzó a buscar en otras especies animales de China, encontrándose virus muy parecidos en murciélagos de herradura. Estudios posteriores han revelado una gran diversidad de coronavirus en murciélagos de todo el mundo que no parecen producirles enfermedad, lo que es muestra de una buena adaptación mutua desarrollada durante una larga historia evolutiva común. Este hecho ha llevado a proponer como hipótesis (así permanece a día de hoy) para la emergencia del SARS un salto de especie de murciélago de herradura a civeta y de esta al ser humano. Entre esta gran variedad de coronavirus de murciélagos también se encuentran algunos muy parecidos al coronavirus MERS, hecho que es interpretado por la OMS en su hoja descriptiva de la enfermedad como que “no se conocen bien los orígenes del virus pero, según se desprende del análisis de varios de sus genomas, se cree que el virus habría podido originarse en murciélagos y haberse transmitido a los camellos en algún momento de un pasado lejano”, ilustrando como la prudencia y el rigor deben imperar a la hora de extrapolar conclusiones generales sobre biología evolutiva a la investigación del origen de brotes epidémicos concretos.
La secuencia nucleotídica del nuevo coronavirus de 2019 que está causando actualmente el brote muestra alta homología con un coronavirus de murciélago del grupo de los coronavirus SARS, siendo este el único hecho que lo relaciona con los murciélagos, ya que a día de hoy el virus aún no ha sido detectado en ningún animal, aunque se están llevando a cabo estudios exhaustivos que esperemos den sus frutos en breve. Finalmente, la afirmación de que el origen de brote podría estar en serpientes proviene de un estudio muy especulativo cuyas conclusiones son poco sólidas y están suscitando fuertes críticas en la comunidad científica.
En consecuencia:
- A día de hoy no está en absoluto establecido que los murciélagos hayan sido la fuente directa de origen del brote en China. Aunque los datos disponibles basados en el estudio de la secuencia del virus indican que los murciélagos deben ser uno de los objetos de las investigaciones encaminadas a desvelarlo, debemos esperar a los resultados y no hacer afirmaciones apriorísticas…
- Ni los murciélagos ni cualquier otro animal tienen ya papel alguno en el progreso de la epidemia, que se basa exclusivamente a la transmisión de persona a persona.
Juan Emilio Echevarría
Virólogo
SECEMU
La Asociación Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos (SECEMU) es una asociación de ámbito estatal y sin ánimo de lucro que reúne a personas interesadas en la realización de estudios y el desarrollo de actividades de conservación de los murciélagos de España, promoviendo de manera particular su protección.