En 2014 se cumplen formalmente 25 años del nacimiento de la SECEMU. La creación de nuestra asociación fue el resultado de la existencia de un colectivo más o menos disperso unido a la concurrencia de una serie de circunstancias y una cierta demanda asociacionista de la época. Hasta entonces, la historia de los estudios sobre los murciélagos españoles había sido bastante breve. Ángel Cabrera les había prestado una especial atención dentro de sus trabajos que culminaron con la “Fauna Ibérica. Mamíferos” de 1914. Hubo que esperar hasta la figura del Profesor Enrique Balcells, del Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC), en Jaca, que publicó una veintena de trabajos sobre murciélagos entre las décadas de los 50 a los 80, para que las investigaciones sobre quirópteros españoles volvieran a tener algún protagonismo. Esta etapa puede decirse que culminó en 1975 con la tesis doctoral “Quirópteros de España”, del investigador francés Yves Tupinier. En la década de los 80 fueron apareciendo en España varios grupos de personas interesadas en los murciélagos. Entre algunos de estos grupos existían relaciones de diferente índole pero no fue hasta 1986 cuando se produjeron las primeras reuniones entre miembros del Grupo Asturiano para el Estudio y Conservación de los Murciélagos (Félix González, Rolando R. Muñoz y Alfredo G. Nicieza) y Óscar de Paz, adscrito a la desaparecida Unidad de Zoología Aplicada del INIA. El inicio de los trabajos del Inventario de los refugios importantes para los murciélagos de España, un proyecto promovido por el ICONA y desarrollado, además de por Óscar de Paz, por Jesús Benzal, de la Universidad Complutense de Madrid, y Rodrigo Fernández, por aquel entonces vinculado al Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid propició aún más las relaciones. Y el día 28 de julio de 1987 se celebró un encuentro en el museo en el que participaron 7 personas (los citados más Fco. Javier Pérez- Barbería), acordándose contactar con otros posibles interesados en los murciélagos y formar un colectivo para canalizar este tipo de relaciones a un nivel geográfico amplio y facilitar distintas tareas comunes (fondos de bibliografía, anillamiento…).

En el otoño de 1987 tuvieron lugar diversos acontecimientos que aceleraron el proceso. A finales de noviembre se había convocado en Londres una reunión para la elaboración del texto de un convenio sobre conservación de murciélagos europeos en relación a los acuerdos del Convenio sobre la conservación de las especies migratorias de animales silvestres (Bonn, 1979). Por la trascendencia de esta reunión (el convenio elaborado es el actual acuerdo Eurobats que, sorprendentemente, España todavía no ha firmado), a la que se había invitado a uno de los miembros del GAECM pero que no contaba con participación oficial por parte de la administración española, se pretendía llevar una propuesta lo más consensuada posible entre los especialistas españoles. Casualmente, en agosto y septiembre de 1987 dos personas de Valencia y Granada respectivamente fueron mordidas por murciélagos que resultaron positivos a virus rábicos. España era uno de los pocos países europeos tradicionalmente libres de rabia por lo que estos sucesos, que finalmente no tuvieron consecuencias para los afectados, provocaron una importante alarma sanitaria. Por este motivo la Generalitat Valenciana y el Ministerio de Sanidad y Consumo organizaron una “Reunión sobre la infección por virus rábico en quirópteros” en Valencia los días 23 y 24 de octubre a las que invitaron a algunos especialistas nacionales (Jesús Benzal, Antonio Guillén, Juan Luis Pérez y Carlos Ibáñez) e internacionales relacionados tanto con la enfermedad como con los murciélagos (Hans Baagøe). Aprovechando la celebración de estas jornadas se remitió un escrito a todos los contactos establecidos en el primer inventario de refugios, para consultar sobre el borrador del convenio europeo y sondear el interés por participar en un colectivo dirigido a coordinar esfuerzos entre las personas interesadas en los estudios y conservación de los murciélagos. Se convocó una reunión en Bétera (Valencia), el día 22 de octubre, un día antes del inicio de las jornadas sobre la rabia. Todos los asistentes a esta reunión, a la que acudieron 15 personas que cubrían una amplia representación territorial (Andalucía, Asturias, Castilla y León, Cataluña, Canarias, Madrid, Murcia, Valencia) manifestaron su acuerdo en crear una asociación de ámbito estatal cuyos primeros objetivos serían la creación de un fondo bibliográfico y la coordinación del anillamiento, llegando al compromiso de comenzar las gestiones necesarias. Además esta reunión sirvió para que muchos pusiéramos cara a colegas con los que hasta esa fecha habíamos mantenido intensa correspondencia profesional.

A esta reunión le sucedió otra celebrada en las instalaciones que el Museo Nacional de Ciencias Naturales tiene en El Ventorrillo (Madrid) el 9 de julio de 1988. El principal resultado de la misma, en la que participaron una veintena de personas, entre ellas el Dr. Enrique Balcells, fue la creación de un grupo de trabajo encargado de la elaboración de los estatutos de la futura asociación. A mediados de 1989 ya existía una versión consensuada y el 21 de diciembre de 1989 fueron aprobados en una nueva reunión celebrada en Barcelona, aprovechando la lectura de la tesis doctoral de Jordi Serra. Esta reunión es considerada como la asamblea constituyente de la SECEMU y como tal es la fecha oficial del nacimiento de la asociación. En ella se aprobó una junta directiva provisional hasta la realización de unas primeras elecciones en la siguiente asamblea, que tuvo lugar, de nuevo en El Ventorrillo (Madrid), el 23 de junio de 1990. Tras las elecciones, la Junta quedó formada por los siguientes socios:

        Presidente: Carlos Ibáñez

        Vicepresidente: Jesús Benzal

        Secretario: Jordi Serra

        Vicesecretario: Félix González

        Tesorero: Óscar de Paz

        Vocales: Rodrigo Fernández y Antonio Guillén 


Desde entonces, la SECEMU tiene como objetivos la realización de estudios y el desarrollo y promoción de actividades de conservación de los murciélagos, especialmente su protección. Para ello cuenta actualmente con más de un centenar socios y aglutina la mayor parte de investigadores y aficionados a este grupo animal en España, realizando diversas actividades:

– Participa y organiza conferencias, reuniones y jornadas relacionadas con estos objetivos, tanto a nivel nacional  como internacional.

– Realiza estudios específicos sobre distribución, conservación, censo y ecología de los murciélagos de España.

– Vela por la conservación de estos mamíferos, asesorando a la Administración y la sociedad en general.

– Edita anualmente la revista Barbastella, para la difusión de estudios sobre murciélagos.

– Lleva a cabo numerosas charlas y otras actividades divulgativas dirigidas a informar y sensibilizar al público general  sobre la problemática de los quirópteros y su beneficioso papel en los ecosistemas.

 

SECEMU

La Asociación Española para la Conservación y el Estudio de los Murciélagos (SECEMU) es una asociación de ámbito estatal y sin ánimo de lucro que reúne a personas interesadas en la realización de estudios y el desarrollo de actividades de conservación de los murciélagos de España, promoviendo de manera particular su protección.